A la comunidad

Debido a algunas declaraciones que han tenido lugar los últimos días, he considerado compartir un poco sobre mi experiencia como mediadora del Programa para el Fomento del Libro y la Lectura (Programa Nacional Salas de Lectura).

El Programa Nacional Salas de Lectura es una de las iniciativas más destacadas del país, es un motor de desarrollo y vía para la equidad e inclusión social. Un espacio abierto en el que voluntarixs dedicamos tiempo y recursos a favor de hacer comunidad.

Soy mediadora de lectura por el Programa Nacional desde diciembre del 2015. En dicho año comencé el Diplomado para la Profesionalización de Mediadores de Lectura avalado por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). Teniendo una trayectoria y habiendo manifestado mi interés por formarme y capacitarme fui convocada a sumarme al programa.

Desde el inicio y hasta la fecha, he tenido un gran apoyo por parte de la Dirección General de Publicaciones (DGP) de la Secretaría de Cultura del Gobierno Federal, a través de la Coordinación Estatal, de su enlace en Puebla y de todo el equipo que lo conforma.
No hablo de libros, aunque en el segundo módulo recibimos un acervo en resguardo, acervo que según tu desempeño y comunicación activa con la DGP puede incrementarse. En 2016 y debido a mi participación fui seleccionada para asistir al Encuentro Nacional de Mediadores, en Hermosillo, Sonora. El mismo año, asistí a la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil (FILIJ) y al Congreso Iberoamericano de Lengua y Literatura Infantil y Juvenil (CILELIJ) en la CDMX y en 2017 al Encuentro Nacional de Mediadores que tuvo lugar dentro del Puebla Capital de Lectura. Espacios en los que pude compartir con compañerxs diplomantes de todo el país, escritorxs, editorxs, investigadorxs, especialistas, mediadorxs y promotorxs de lectura de diferentes partes del mundo, siendo experiencias invaluables y enriquecedoras para mi quehacer cotidiano.

Actualmente tengo a mi cargo La Caracola, Casa de Lectura ubicada en el Barrio de Santiago de la Ciudad de Puebla, gestiono y coordino las actividades que se realizan dentro y fuera de la sala. Así como las distintas alianzas con otros grupos, organizaciones, instituciones, empresas y personas, para acrecentar nuestra oferta. He sido precursora de Jornadas por la Lectura, labor en la que, con apoyo de la Coordinación Estatal del Programa Nacional, el grupo descuadradxs, compañeras mediadoras y distintas autoridades llevamos talleres, libros y música a comunidades, escuelas, bibliotecas y salas de lectura del Estado de Puebla.

Mediar no es que te regalen libros. No mediamos para recibir una ‘estrellita en la frente’. Mediamos para compartir, para acompañar en el camino través del maravilloso mundo de los libros y la literatura, para mejorar nuestras condiciones de vida. Para crecer y para aprender. El papel de lxs mediadorxs debe ser activo, autónomo y autogestivo, pues sin estas características el Programa Nacional Salas de Lectura habría desaparecido hace mucho, mucho tiempo.

Por supuesto hay que revisar el estatus del programa, considerar actualizar su contenido, sus procesos de evaluación y reporte de actividades, abrir espacios en lo que se discutan de manera abierta las inquietudes y dificultades a las que nos enfrentamos y cómo podemos resolverlas, pero no será algo que venga sólo de ‘arriba’ y no depende sólo de la institución. Lxs mediadorxs activxs somos un cúmulo de experiencias, tenemos propuestas que pueden enriquecernos a todxs y estamos en una búsqueda constante, tejemos redes que diversifican y hacen más fuerte nuestra labor.

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